Las altas temperaturas que se viven en México a causa de las olas de calor que azotan el territorio provocan que las personas sean susceptibles de sufrir de deshidratación, entre otras afecciones. Para evitarlo, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Texas sugiere implementar medidas como aumentar la ingesta de líquidos y no exponerse a los rayos del Sol.
Pero ¿qué es mejor para hidratarse, el agua o los electrolitos?
Tanto el agua como los electrolitos son una buena opción, aseguró Ángeles Hernández del Tecnológico de Monterrey. De acuerdo con la experta beber agua y electrolitos son una buena opción para mantenerse hidratado.
Por ello sugiere beber un promedio de un 1.5 litros a 2 litros al día divididos a lo largo del día, se tenga o no sed. No obstante, destaca que no se beba toda el agua de un golpe, sino que se tome gradualmente en cantidades de 250 mililitros cada dos o tres horas, ya que, de lo contrario, el estómago se distiende y puede ocasionar náuseas y reflujo.
Además, recomienda ingerir electrolitos porque el agua no aporta los electrolitos, calcio, sodio, magnesio, potasio y cloruro, que el cuerpo empieza a perder por la temporada de calor. Con medio litro de una bebida con electrolitos durante el día es suficiente, dijo la experta.
Por su parte, la Universidad de Nevada señala que la ingesta de electrolitos puede ser útil cuando se está expuesto al calor por largos períodos de tiempo, ya que, es posible que el cuerpo pierda electrolitos a través del sudor. Esto dependerá de la temperatura y el tiempo de exposición.
Sin embargo, destaca que en la mayoría de los casos, es mejor hidratarse con agua común, debido a que a muchas bebidas electrolíticas, como las bebidas deportivas, contienen azúcares agregados, lo que contribuye al aumento de peso no deseado y a las caries.
¿Qué es la deshidratación?
La deshidratación es un desequilibrio en líquidos y electrolitos del cuerpo, que puede ser por causas externas como el calor o internas como los medicamentos, explicó Hernández.
“Al haber ese desequilibrio, el organismo no puede mantener las funciones normales, ya sea que la persona o paciente pierda líquidos excesivos por sudoración, por ejercicio, por falta de ingesta o por uso de medicamentos”, dijo.
Según la experta, “ese desequilibrio entre la demanda y el aporte de líquidos en el organismo no permite realizar una función adecuada en los órganos más importantes como corazón, cerebro, pulmón y riñón”.