domingo, diciembre 22, 2024

¿QUÉ SUCEDE EN EL CEREBRO MIENTRAS SOÑAMOS?

Los sueños son historias realistas o fantásticas que nuestro cerebro crea mientras dormimos. Aunque duran poco, se repiten varias veces durante la noche, por lo que el sueño puede durar hasta dos horas. Pero, ¿por qué suceden?

Según una teoría propuesta por David Eagleman, un neurocientífico de la Universidad de Stanford, los sueños son necesarios para proteger la corteza visual del cerebro durante el sueño. 

Eagleman postula que el cerebro humano es altamente adaptable y que ciertas áreas pueden asumir nuevas tareas, un fenómeno conocido como neuroplasticidad. Argumenta que las neuronas compiten por la supervivencia y que el cerebro distribuye sus recursos implementando una competencia por territorio cerebral.

Aunque algunos investigadores, especialmente los especializados en el estudio de los sueños, no están de acuerdo con la hipótesis de Eagleman, otros están dispuestos a considerarla. El mismo Eagleman afirma que su teoría puede acomodar otras explicaciones para los sueños y que el sueño REM puede servir para muchos propósitos además de proteger la corteza visual.

¿Cuál es la finalidad de los sueños?

No se sabe con exactitud si existe una finalidad per se, pero una de las teorías es que soñar ayuda a memorizar y ordenar información importante y complicada. Se desconoce cómo afectan los sueños al almacenamiento de la información y a bloquear los estímulos que podrían interferir en la memoria.

Aun así, hay investigaciones que demuestran que, si se aprende información importante antes del ciclo del sueño, es mucho más fácil recordarla o reproducirla que inmediatamente después del aprendizaje. Esto se debe a que durante el sueño se produce una ordenación y almacenamiento adecuados de la información, y es mucho más fácil recordarla.

Pero no todo es positivo. Según los expertos, dormir no borra los recuerdos reprimidos, al contrario, vuelven a través de los sueños. En otras palabras, los pensamientos reprimidos durante el día vuelven durante el sueño, provocando en ocasiones estrés o emociones negativas.

Además, los estímulos externos afectan a las emociones durante el sueño. Dependiendo de las circunstancias que vivamos, los sueños generarán emociones positivas o negativas.

Por otro lado, no se sabe exactamente por qué hay algunos sueños que recordamos, otros que olvidamos, y otros que no olvidamos. Sin embargo, se cree que cuando recordamos lo que hemos soñado es porque nos hemos despertado a mitad de ciclo, cuando todavía estábamos soñando activamente.

En cualquier caso, dormir y soñar forman parte de un ciclo que el cuerpo necesita para estar emocional y físicamente adaptados a los acontecimientos y sentimientos de la vida cotidiana. Nos ayuda a deshacernos de la fatiga y la información innecesaria, además de almacenar los recuerdos necesarios e importantes.

Etapas del sueño

A la hora de estudiar el sueño se puede hacer desde un enfoque neurocientífico, donde se estudian las estructuras que intervienen en la producción y organización de los sueños, o desde un enfoque psicoanalítico, que está más orientado a la interpretación del significado de los sueños.

El sueño no es uniforme. Generalmente, en una noche pueden trascurrir entre 4 y 6 ciclos de sueño, que a su vez se dividen en varias fases en función de las ondas cerebrales que se activen. Es por eso que a veces no recordamos lo que hemos soñado, o incluso pensamos que no hemos soñado nada, porque dependiendo del momento en el que la persona se despierte, puede recordar un sueño o no.

Cada uno de los ciclos, están divididos en cuatro etapas que muestran distintos patrones de actividad cerebral a lo largo del sueño. La primera etapa es el adormecimiento, es decir, cuando el cuerpo se está relajando. Es la transición entre estar despiertos y dormirse.

Luego tiene lugar la segunda etapa, el sueño ligero que representa aproximadamente la mitad del descanso total. En ella, disminuye la temperatura corporal y la frecuencia cardiaca, además de relajarse los músculos y la respiración. Al mismo tiempo, cambia el patrón de ondas cerebrales que pasan a ser lentas con ocasionales ondas rápidas.

Luego el cerebro se sumerge en el sueño profundo. En esta etapa, el tono muscular, el pulso y la frecuencia respiratoria siguen disminuyendo conforme se relaja el cuerpo, mientras que las ondas cerebrales son extremadamente lentas (ondas delta). Generalmente dura entre 20 y 40 minutos, y tiende a acortarse conforme pasa la noche, dando paso a la fase de sueño REM.

Ya en la etapa del sueño REM (Rapid Eye Movement), la actividad cerebral aumenta, acercándose a los niveles de actividad de una persona en vigilia. El cuerpo pierde el tono completamente, dando lugar a una parálisis muscular temporal de todo el cuerpo, a excepción de los ojos, que se mueven muy rápida e irregularmente (de ahí su nombre), y de los músculos respiratorios, que aumentan la frecuencia respiratoria. También aumentan la presión arterial y la frecuencia cardíaca. 

Generalmente, la fase REM se inicia tras, aproximadamente, 90 minutos de sueño. En los primeros ciclos, esta etapa apenas dura unos minutos, pero conforme avanza la noche, se alargan pudiendo durar una hora. En condiciones normales, representa el 25 % del sueño total de un adulto.

En cuanto al hecho de soñar, se puede producir en cualquiera de las etapas, pero los sueños son más vívidos y frecuentes durante la fase REM, por el aumento significativo de actividad cerebral.

Con información de Muy Interesante.

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