La nave espacial Orion de la NASA amerizó en el Océano Pacífico, al oeste de Baja California, a las 9:40 a.m., del pasado domingo 10 de diciembre después de una misión sin precedentes, después de viajar más de 2 millones de kilómetros en un recorrido alrededor de la Luna.
El amerizaje es el final de la misión Artemis I que comenzó con un despegue exitoso del cohete Space Launch System (SLS) de la NASA el pasado 16 de noviembre, desde la plataforma de lanzamiento 39B en el Centro Espacial Kennedy (KSC) de la NASA en Florida.
Durante 25,5 días, la NASA probó Orion en el duro entorno del espacio profundo antes de la próxima misión Artemis II, en la cual ya se planea llevar astronautas a bordo.
Este regreso ocurrió 50 años después del alunizaje del Apolo 17, es el mayor logro de Artemis I. Desde el lanzamiento a bordo del cohete más poderoso del mundo hasta el viaje excepcional alrededor de la Luna y su regreso a la Tierra.
Este hito no sería posible sin el increíble equipo de la NASA quienes durante años, se han volcado en esta misión, que está inspirando al mundo a trabajar juntos para alcanzar costas cósmicas. “Hoy es una gran victoria para la NASA, los Estados Unidos, nuestros socios internacionales y toda la humanidad”, dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson, quien también mencionó que:
Esta prueba de vuelo es un gran paso adelante en la generación Artemis de exploración lunar.
Durante la misión, Orion realizó dos sobrevuelos lunares, acercándose a 130 kilómetros de la superficie lunar. En su distancia más lejana durante la misión, Orión viajó casi 430,000 kilómetros desde nuestro planeta de origen, 1000 veces más lejos que donde la Estación Espacial Internacional orbita la Tierra.
Con Orion regresando a salvo a la Tierra, la NASA podrá comenzar a ver la próxima misión en el horizonte, que llevará a una tripulación a la Luna por primera vez como parte de la próxima era de exploración.
De acuerdo con declaraciones de Jim Free, administrador asociado de la NASA para la Exploración y Dirección de Misión de Desarrollo de Sistemas. Lo más importante es que esto inicia el camino hacia una cadencia regular de misiones y una presencia humana sostenida en la Luna para el descubrimiento científico y la preparación para misiones humanas a Marte.
El regreso
Antes de ingresar a la atmósfera terrestre, el módulo de tripulación se separó de su módulo de servicio, que es la central propulsora proporcionada por la ESA (Agencia Espacial Europea).
Durante el reingreso, Orión soportó temperaturas aproximadamente la mitad de altas que la superficie del Sol, alrededor de 2,500 grados Centigrados. En unos 20 minutos, Orión disminuyó su velocidad de casi 60,000 km/h a aproximadamente 30 km/h para su aterrizaje asistido por paracaídas.
Durante la prueba de vuelo, Orion permaneció en el espacio más tiempo que cualquier nave espacial diseñada para astronautas sin acoplarse a una estación espacial. Mientras se encontraba en una lejana órbita lunar, superó el récord de distancia recorrida por una nave, establecido anteriormente durante el Apolo 13.
Orión ha regresado de la Luna y está a salvo en el planeta Tierra.
Dijo Mike Sarafin, director de la misión Artemis I. Pues con el amerizaje se ha operado con éxito en el entorno del espacio profundo, donde superó las expectativas, y demostró que Orion puede soportar las condiciones extremas de regresar a través de la atmósfera de la Tierra.
La recuperación
Los equipos de recuperación ahora están trabajando para asegurar a Orion para el viaje a casa. La NASA lidera el equipo interinstitucional de aterrizaje y recuperación del USS Portland, que está formado por personal y activos del Departamento de Defensa de los EE. UU.
Los equipos se conforman por especialistas anfibios de la Armada, especialistas en meteorología de la Fuerza Espacial y especialistas de la Fuerza Aérea, así como ingenieros y técnicos de la NASA Kennedy, el Centro Espacial Johnson de la agencia en Houston y Lockheed Martin Space Operations.
En los próximos días, Orion regresará a la costa, donde los técnicos descargarán la nave espacial y la trasladarán de regreso al KSC. Una vez ahí, los equipos abrirán la escotilla y descargarán varias cargas útiles, incluidos los experimentos de biología espacial y el equipo de vuelo. A continuación, la cápsula y su escudo térmico se someterán a pruebas y análisis a lo largo de varios meses.
Artemis I fue la primera prueba integrada de los sistemas de exploración del espacio profundo de la NASA y contó con el apoyo de miles de personas en todo el mundo, desde los contratistas que construyeron la nave espacial y el cohete, hasta la infraestructura necesaria para lanzarlos.
A través de las misiones Artemis, la NASA llevará a la primera mujer y a la primera persona afrodescendiente a la superficie de la Luna, allanando el camino para una presencia lunar a largo plazo y sirviendo como trampolín para los astronautas en su camino a Marte.
Con información de Meteored.