En medio del conflicto bélico de Israel con la organización terrorista islámica Hamas, organizaciones de cuidado animal y veterinarios trabajan para asistir a los animales que perdieron a sus familias en el sur de Israel y la cercanía con la Franja de Gaza para conseguirles nuevos hogares en el norte del país. A su vez, también intentan juntar a quienes escaparon de esas áreas con las mascotas que dejaron en el camino, para lo cual las autoridades establecieron una línea telefónica para recibir información y llevar a cabo misiones de rescate.
Shay Weisberger, uno de los organizadores detrás de la iniciativa, contó más detalles en un comunicado que prensa: “Muchos animales se quedaron en el camino y sus dueños están rogándonos para que los ayudemos. Establecimos un número de teléfono para que nos den detalles y nos ocupemos de sacarlos de las áreas de peligro. Además, hacemos un llamado a quienes estén interesados en usar sus casas como hogares de tránsito para que se contacten con nosotros y ofrezcan su ayuda”.
Es el caso de Tal, que puso a disposición su casa en el norte de Israel para acoger a las mascotas que las familias en su pueblo dejan atrás, en un esfuerzo por escapar de posibles bombardeos provenientes del Líbano, como lo relató al diario Times of Israel: “Vivo en una pequeña aldea al oeste de Galilea a poco más de cuatro kilómetros del Líbano. Así que estamos considerados como parte del segundo grado de peligro, en comparación con quienes viven a menos de 4km. Un gran número de familias que vivían en casas rodantes debieron irse, y una de ellas pidió que cuidara a su gata, Hazot, a quien dejaron atrás. Voy a visitarla todos los días, le doy de comer y le cambio el agua dos veces al día”.
Además de Hazot, Tal también se hizo cargo de un perro y un gato a pedido de otro de sus vecinos: “Durante uno de los bombardeos el perro Malka estaba temblando y poniéndose nervioso, y el gato Paspas estaba mostrando muchas señales de estrés. Y anoche estaba teniendo temblores, así que fue divertido”, dice con ironía.
“Han venido animales desde todos lados, tratando de entrar en las casas de la gente cuando hay misiles o bombardeos. Sino tratan de encontrar algún espacio en donde se sientan seguros. Por eso mucha gente ha subido fotos de estos animales a sus grupos de Whatsapp tratando de encontrar sus dueños”.
El cuidador explica que la clave para cuidar estas mascotas es que se adapten a un ambiente de muchos cambios muy rápidos: “A Paspas le gusta estar adentro y afuera de la casa, normalmente se trepa por la ventana del cuarto a la noche o por la mañana cuando quiere dormir o comer algo. Pero ahora, como la ventana está en el cuarto seguro, estoy intentando que se acostumbre a dormir adentro. Ronronea mucho alrededor de las 5 de la mañana todos los días, horario al cual le abría para que salga, pero ahora quiero que se quede adentro por temor a bombardeos”.
El trabajo de Tal en su casa se suma al de organizaciones de rescate de animales en zonas de riesgo. El miércoles por la mañana, la ONG Tnu L’Chayot L’Chiot (”Dejen vivir a los animales”) partió a la Franja de Gaza con alimento, veterinarios y expertos en rescate para ayudar a la mayor cantidad posible de mascotas. Su día arrancó en Ashkelon, donde permanecieron hasta las 11 de la mañana para moverse hacia la ciudad fronteriza de Sderot. En ambos lugares, la organización preparó lugares de distribución de comida para quienes los necesiten.
En otras partes de Israel, quienes escapan de los ataques deben enfrentar la difícil tarea de encontrar refugio para sus mascotas. Para algunos, llevarse sus mascotas a hogares comunitarios resulta un riesgo demasiado grande debido a las características de los animales y el poco tiempo que tienen para esconderse ante posibles bombardeos.
Frente a este escenario, un representante de la clínica veterinaria Emek Refaim, en Jerusalén, aseguró que, en el caso de los gatos, es más seguro para los residentes dejarlos en el camino: “Los gatos van a encontrar un lugar para esconderse eventualmente, en el caso de que lo necesiten. La presencia de un gato en los hogares podría generar más estrés para el animal y la gente en el refugio, que podría tener alguna reacción alérgica o no querer estar en presencia de un animal que no conocen”.
Ante esta necesidad, muchos han acudido a la red social Facebook para ofrecer sus casas como hogares transitorios para las mascotas que lo requieran, al igual que Tal.
Con información de El Universal.