Investigadores chinos y estadounidenses se unieron para teorizar una hipótesis que llevaba años cocinándose en la cabeza de Qian Yuan, un geólogo que tenía la idea de que el manto de la Tierra cambió su composición, luego de que chocara con el protoplaneta Tea hace miles de millones de años, el cual habría dejado rastros de su naturaleza en la parte más profunda y oculta del manto terrestre, donde precisamente tienen origen los movimientos sísmicos más anómalos, sin embargo, cuando el experto llegó a esta conclusión pensó que sería tomado como un loco, pero ahora su propuesta ha sido validada por una de las revistas de difusión científicas más importantes.
«Nature» publicó esta mañana un artículo que revela una nueva teoría acerca de cómo ocurrió la evolución la Tierra primitiva, de acuerdo con el estudio realizado por investigadores de la Universidad de Arizona y el Instituto de Tecnología de California, hace 4 mil 500 millones años, cuando tuvo lugar la colisión que formó a la Luna, con fragmentos de la Tierra y del protoplaneta Tea, este cuerpo celeste y su choque con nuestro planeta también logró penetrar en la composición terrestre, fusionando parte de sus materiales con el manto de la Tierra.
De acuerdo con el conocimiento que existe acerca del manto de la Tierra, este está compuesto en un 8% de hierro, así como el manto de Tea (o Theia, como también se le conoce), sin embargo, este cuenta con una cantidad mayor de hierro, lo que produjo que, al introducirse a nuestro planeta, penetrara y se hundiera en la parte más profunda del manto terrestre, ubicado a la altura debajo de África occidental y el océano Pacífico, a 2 mil 900 kilómetros bajo el suelo.
Y, a pesar de que ambos mantos se fusionaron hace miles de millones de años, aún hay una cualidad que los diferencia, pues Yuan y su equipo se percataron de la gran densidad del manto que proviene del protoplaneta, una clase de cuerpo celeste que se caracteriza por su minímo tamaño, por lo que también es descrito como un embrión planetario, el cual representaría el 2% de la masa de nuestro planeta.
De hecho, Yuan y su colega, el geofísico Edward Garnero, cayeron en la cuenta que precisamente en la parte más densa del manto de la Tierra es donde se producen los «movimientos sísmicos anómalos», sin embargo, aclararon que la fusión entre los mantos de la Tierra y Tea fue el resultado como una «simple consecuencia natural».
Esta conclusión fue posible gracias a una investigación que llevó más de dos años, luego de que Garnero se uniera a Yuan, pues fue de los pocos que creyó en la posibilidad de su hipótesis. . “Creo que es completamente viable, hasta que alguien me demuestre que no lo es”, dijo a «Science» el geofísico, antes de emprender el estudio que ahora cobra importancia intencional, ya que representaría una nueva perspectiva de cómo se formó la homogeneización de la Tierra primitiva.
Con información de El Universal.