A pesar de que debe ser precioso sobrevolar la Antártida en un vuelo comercial, lo cierto es que los pilotos y las compañías evitan sobrevolar el gélido continente. Por ejemplo, para ir de Sudamérica hacia Australia, dan la vuelta en el sentido inverso.
La Organización de Aviación Civil Internacional mantiene un conjunto de reglas que se conocen como ETOPS (Extended Operations, anteriormente de Extended-range Twin-engine Operation Performance Standards). Con estas reglas solo se permiten que los diseños de los aviones bimotorizados puedan realizar aquellas rutas en las que se encuentren a 60 minutos de distancia de un aeródromo adecuado. Esto significa que solo algunos modelos de aviones pueden realizar rutas de larga distancia, es decir, las que atraviesan desiertos, océanos o áreas polares. Anteriormente estaban prohibidas para los bimotores.
En los países donde se habla inglés se hace un juego de palabras con el acrónimo ETOPS, a modo de broma. Se sustituye su significado por Engines Turn Or Passengers Swim («los motores funcionan o los pasajeros nadan»).
En otras palabras, un avión bimotor con certificación ETOPS puede volar hasta 60 minutos de un aeropuerto en caso de que falle un motor, lo que le da tiempo suficiente para llegar a un lugar seguro para aterrizar. La regla de los 60 minutos se estableció en la década de 1950, cuando la tecnología de los aviones bimotores era menos confiable que la actual. Se consideró que 60 minutos era un tiempo razonable para que un avión con un solo motor llegara a un aeropuerto alternativo en caso de emergencia.
El frío
La Antártida tiene un clima extremadamente frío y hostil, con temperaturas que pueden descender hasta -70 °C. Este clima extremo puede afectar al rendimiento de los aviones, especialmente a sus motores y sistemas hidráulicos. El combustible, puede congelarse a -47 ºC. Además, la presencia de fuertes vientos y tormentas de nieve puede aumentar considerablemente el riesgo de accidentes.
Añadamos aquí algo importante: ¿qué pasaría con los pasajeros sin hubiese un aterrizaje de emergencia? Pues que deberían tener ropa especial para poder sobrevivir al frío. Es evidente que las compañías aéreas no quieren apostar por tener todo un ropero de invierno en el avión.
No solo la Antártida: los lugares prohibidos
Hay lugares que no se pueden sobrevolar de ninguna manera. Son las denominadas zonas de exclusión aérea. Algunos son por motivos religiosos, como el Taj Mahal en la India, La Meca en Arabia Saudita, o el Monte del Templo en Israel
También hay motivos históricos, como son el caso del Partenón en Grecia, la Plaza de Tiananmen en China e, incluso, París, aunque en este caso lo que no se permiten son los vuelos inferiores a 2000 metros.
Otro de los motivos por los que no se permite el sobre vuelo, es el medioambiental. En esta categoría encontramos el Machu Picchu en Perú y el Area Silvestre de Canoas en Minnesota.
Aunque tal vez los motivos más conocidos son los políticos. Entre ellos tenemos: el número 10 de Downing Street, residencia del Primer Ministro británico, el Palacio de Buckingham en Londres, el edificio del Parlamento Húngaro, en Budapest.
Pero tal vez lo que más sorprenda es que no se puede sobrevolar los parque de Disney en EEUU. La medida está vigente durante 24 horas desde 2003. Aunque se argumenta que esta medida se debe a preocupaciones de seguridad, algunos pilotos y expertos sugieren que la verdadera razón podría ser el deseo de Disney de evitar que la publicidad aérea perturbe la experiencia de los visitantes. Aunque las autoridades afirman que estas restricciones son necesarias para garantizar la seguridad, hay voces que cuestionan su justificación y su impacto en la industria de la publicidad aérea.
Con información de muy interesante.
