Después de más de tres horas y media de discusión, la Cámara de Diputados aprobó en lo particular la nueva Ley de la Guardia Nacional. Esta reforma define el mando militar dentro de la corporación, fortaleciendo su papel en diversas áreas, entre ellas la protección del medio ambiente y el combate a delitos como la tala ilegal y el tráfico de especies.
Uno de los principales cambios aceptados fue que el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional podrá designar a los mandos territoriales sin que sea obligatorio que tengan el rango de general de división. Esta modificación elimina un requisito planteado originalmente por la iniciativa presidencial.
La aprobación se dio con 351 votos de Morena y sus aliados, frente a 124 en contra del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano. De las 59 reservas que se presentaron en tribuna, sólo se aceptaron tres: una de Morena, otra del Partido Verde Ecologista (PVEM) y una más del Partido del Trabajo (PT).
Jessica Saiden, de Morena, propuso la eliminación del requisito del rango de general para ocupar mandos. Por su parte, el PVEM planteó que la Guardia Nacional pueda actuar junto con autoridades ambientales en la protección de recursos naturales y la persecución de delitos ecológicos. El PT, a través de Martha Aracely Cruz, introdujo una perspectiva de derechos humanos e interseccionalidad en la formación del personal de la corporación.
La legisladora explicó que este enfoque ayudará a que los elementos de la Guardia reconozcan las distintas condiciones que pueden coexistir en una persona —como ser mujer, indígena o tener una discapacidad— y actúen con base en ello, rompiendo estereotipos y garantizando una atención más adecuada.
El debate se tornó tenso hacia el final. Margarita Zavala (PAN) subió a tribuna y acusó al oficialismo de exponer a la Guardia Nacional como única línea de defensa frente al crimen organizado, lo que desató fuertes reclamos. Al bajar, lanzó un mensaje provocador que encendió los ánimos.
En respuesta, desde el PT, Reginaldo Sandoval aludió al expresidente Calderón y calificó de cínica a Zavala, lo que generó gritos y acusaciones cruzadas. El PRI desplegó una manta con la frase “cártel de Morena” y fotos de integrantes del partido guinda, lo que terminó en empujones e insultos entre legisladores de oposición y aliados del gobierno.
Tras calmarse los ánimos, la reforma fue aprobada y enviada al Senado para su discusión en el periodo extraordinario de sesiones.
Con información de La Jornada
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