jueves, octubre 31, 2024

NASA REVELA LOS SONIDOS QUE EMITEN EL SOL Y LA LUNA

La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, más conocida como NASA, es la agencia del gobierno estadounidense responsable del programa espacial civil, así como de las investigaciones aeronáuticas y aeroespaciales.

Uno de los proyectos más ambiciosos que tiene la famosa agencia espacial es el de HARP, está siendo mirado con lupa por algunos científicos y estudiosos del tiempo y del clima.

Este proyecto consiste en 180 antenas que funcionando en conjunto y emite 1 GW =1.000.000.000 W, es decir un billón de ondas de radio de alta frecuencia las cuales penetran en la atmósfera inferior e interactúan con la corriente de los elecrojets aureales, con la finalidad de traducir los ruidos espaciales en datos utilizados por los científicos.

Según la NASA, el entorno magnético que rodea la Tierra está lleno de una sinfonía de sonido que no podemos escuchar. En todo nuestro planeta, las ondas de frecuencia ultra baja componen una opereta cacofónica que retrata la relación dramática entre la Tierra y el Sol.

El proyecto HARP o Heliofísica auditada ha transformado ondas inaudibles para el ser humano, en sonidos, silbidos, crujidos.

«Lo que más me emociona del proyecto HARP es la capacidad de los científicos ciudadanos para hacer nuevos descubrimientos en la investigación heliofísica a través del análisis de audio. Necesitamos su ayuda para comprender patrones complejos en el entorno espacial cercano a la Tierra», dijo el investigador principal del proyecto, Michael Hartinger, heliofísico del Instituto de Ciencias Espaciales de Colorado.

El espacio entre la Tierra y el Sol se encuentra lleno de partículas y se denomina como plasma, que es material proveniente de la estrella de nuestro sistema solar.

El plasma genera una corriente constante llamada viento solar que, esporádicamente es expulsado por erupciones solares. Cuando este plasma solar golpea la Tierra, hace que las líneas del campo magnético y el plasma alrededor de la Tierra vibren como las cuerdas pulsadas de un arpa, produciendo ondas de frecuencia ultra baja, que apenas si son detectadas.

Estos datos audibles son obtenidos gracias a la misión THEMIS (Historia temporal de eventos e interacciones a macroescala durante subtormentas) 2007, cuando la NASA lanzó cinco satélites para volar a través del “arpa” magnética de la Tierra, su magnetosfera.

«THEMIS puede probar toda el arpa y ha estado disponible durante mucho tiempo, por lo que ha recopilado una gran cantidad de datos», comentó Hartinger.

Como se mencionó, estas ondas producen una frecuencia inaudible para el oído humano, por lo que el equipo del HARP las aceleró, para convertirlas en ondas de sonido.

«El proceso de identificar nuevas funciones a través de la escucha profunda se parece un poco a la búsqueda de tesoros», expresó Robert Alexander, miembro del equipo HARP de Auralab Technologies en Michigan.

HARP se inspiró en un proyecto de sonificación anterior dirigido por Archer llamado MUSICS (Ondulaciones magnetosféricas sonificadas que incorporan científicos ciudadanos).

Cuando Archer pidió a estudiantes de secundaria en Londres que escucharan datos sonificados de los satélites de la Asociación Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), identificaron un nuevo patrón de onda de plasma relacionado con las tormentas solares. «Los estudiantes de la escuela secundaria de Londres pudieron elegir un patrón complejo, pero repetible en el sonido que los métodos automatizados no detectaron», dijo Hartinger.

El éxito de este proyecto radica en que, al contar con una audiencia amplia, si un sonido es desapercibido para una o varias personas, puede ser capturado por otra.  «Queremos que la gente descubra cosas que nunca consideramos, o que los algoritmos informáticos no serían capaces de detectar. ¡Así es como se hacen los descubrimientos!», afirman Emmanuel Masongsong de la Universidad de California, Los Ángeles, quien es miembro del equipo HARP y miembro de la misión THEMIS de la NASA.

«La sonificación de datos brinda a los seres humanos la oportunidad de apreciar la música natural del cosmos. Escuchamos sonidos que están literalmente fuera de este mundo, y para mí eso es lo más parecido a flotar en un traje espacial» concluye Alexander.

Para comenzar a explorar estos sonidos, visite el sitio web de HARP.

Con información de Enséñame Ciencia.

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