Una avioneta, que había sido contratada por los Servicios de Emergencia y Bomberos de Queensland (QFES), en Australia, para ayudar en la lucha contra los incendios forestales, se estrelló, cobrándose las vidas de tres personas a bordo. El accidente ocurrió en las cercanías de McKinlay, a más de mil 600 kilómetros al noroeste de Brisbane, cuando la avioneta se precipitó a tierra mientras realizaba sus operaciones en la región.
El trágico suceso fue reportado a la policía de Queensland por un miembro del público, quien alertó sobre el accidente de la avioneta en las inmediaciones de la mina de cobre Eloise, ubicada a unos 40 kilómetros al noroeste de McKinlay. Aproximadamente a las 14:30 horas (locales) del sábado, los equipos de rescate se pusieron en marcha tras recibir la llamada de emergencia.
El helicóptero Rescue 400 de la policía, desplegado para la operación, avistó los restos del accidente desde el aire mientras los equipos terrestres se dirigían al lugar del siniestro. Al llegar al sitio alrededor de las 17:00 horas, las autoridades confirmaron la pérdida de las tres personas a bordo de la avioneta.
Las víctimas, cuyos nombres no se han hecho públicos de inmediato, perdieron la vida mientras realizaban una labor crucial en la respuesta a los incendios forestales que han afectado la región: estaba siendo utilizada para realizar mapas de incendios y escaneos de líneas, actividades esenciales para coordinar los esfuerzos contra el fuego que ha arrasado vastas áreas del estado.
La avioneta siniestrada fue identificada como una Gulfstream 695A Jetprop Commander 1000, conocida como «Birddog». Según los informes, la aeronave desapareció del radar de vuelo entre Mt Isa y Cloncurry después de despegar de Toowoomba el mismo día del accidente.
La causa exacta del accidente aún se desconoce y las investigaciones están en curso. La Oficina Australiana de Seguridad en el Transporte (ATSB) llevará a cabo una investigación de seguridad en el transporte, mientras que la Unidad Forense de Accidentes investigará el incidente en nombre del forense estatal.
La primera ministra de Queensland, Annastacia Palaszczuk, expresó su profunda tristeza al conocer la noticia. «La tripulación a bordo de este avión ha estado haciendo todo lo posible para proteger a los habitantes de Queensland», lamentó Palaszczuk. «Envío mi más sentido pésame a las muchas personas que se han visto afectadas por este impactante incidente».
El ministro de Servicios de Emergencia y Bomberos de Queensland, Mark Ryan, subrayó la dureza del golpe para los equipos aéreos de extinción de incendios.
«Desde hace semanas, los equipos aéreos que apoyan los esfuerzos de extinción de incendios han estado trabajando juntos para mantener seguros a los habitantes de Queensland», afirmó Ryan. «Perder un equipo propio será especialmente duro. Mi más sentido pésame para todos los que están sufriendo en este momento, las familias, los amigos y los colegas de la tripulación que han perdido la vida».